1.Normalizar que, en toda nuestra vida, nos vamos a encontrar diferentes opciones donde vamos a tener que elegir.
Esto es sano ya que nos indica que tenemos diferentes, y somos flexibles a distintas situaciones.
Aceptar que tomar decisiones es una cuestión propia de la vida y de la madurez esencial.
2. Aprender a tolerar la incertidumbre.
Para ello, puede ser de gran ayuda practicar mindfulness y atender al presente.
Un antiguo proverbio zen afirma: ” cuando camines, camina, cuando comas, come.”
3. Toda decisión tiene aspectos positivos y negativos.
La clave es valorar tus opciones teniendo en cuenta tus creencias, valores y objetivos de vida.
Es una mirada que implica contemplar a largo pazo en lugar del futuro más cercano.
4. Anticipar lo que va a ocurrir es algo que solemos hacer.
Esta preocupación nos invade y comenzamos a originar planes en nuestra mente que pueden o no pueden cumplirse en el futuro.
Un consejo práctico es decirnos a nosotros mismos que ahora no es el momento para tomar una decisión.
Es momento de vivir el presente.
5. Todas estas claves teóricas pueden aplicarse a tu vida a través del acompañamiento psicológico.
Desde tranquillum.es queremos darte la mano en tus decisiones personales.
Elegir, es tarea tuya.
A tomar perspectiva, podemos ayudarte.
¡Visítanos!